Separados por océanos, muchos inmigrantes solo pueden visitar a sus padres una vez al año o incluso con menos frecuencia. Los residentes permanentes y ciudadanos canadienses pueden solicitar una Super Visa para sus padres, lo que les permite permanecer hasta 5 años por visita.

Sin embargo, los titulares de la Super Visa se clasifican como visitantes en Canadá y deben adquirir su propio seguro de salud. En cambio, los padres patrocinados para la residencia permanente tienen derecho a la atención médica del gobierno y a los beneficios para personas mayores. Después de inmigrar, los padres pueden vivir como residentes locales en Canadá, disfrutar de actividades sociales y participar en programas diseñados para nuevos inmigrantes y comunidades, enriqueciendo así su vida de retiro en Canadá.